Promusicae (Asociación de Productores de Música de España) no recibió ayer la noticia que lleva varios años persiguiendo sin éxito: una sentencia que obligue a las operadoras a facilitarle los datos personales de los usuarios sospechosos de descargar archivos.
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea se pronunció al respecto, al afirmar que el derecho comunitario «no obliga a los Estados miembros a divulgar datos personales con objeto de garantizar la protección efectiva de los derechos de autor en el marco de un procedimiento civil». Esto constituía la penúltima esperanza de Promusicae para identificar a esos usuarios. La decisión de Bruselas salda así, por el momento, las pretensiones de Promusicae, que solicitó a Telefónica en 2005 que le facilitase los datos de unos usuarios a través de sus direcciones IP (el número que identifica a un ordenador en la Red). La asociación alegaba que estos clientes habían «vulnerado los derechos de propiedad intelectual» al descargar y compartir obras en Kazaa, un programa de intercambio de archivos.
Mientras se ha dejado caer a los ciudadanos que el canon hay que aceptarlo para poder copiar en Internet, las discográficas llevan tiempo dándole vueltas al modo de demandar a los mismos a los que se les ha vendido que ahora pueden copiar sin miedo. Menudo lio…