Hace algunos años estuve una temporada desarrollando aplicaciones para sistemas de control numérico. En Zaragoza (¿o fue Barcelona?) visité una estampación que es un sitio donde fabrican cosas literalmente a ostias. Un operario mete una bandeja con cinco pedazos de hierro en una prensa y tras un golpe brutal le salen cinco llaves inglesas. Después de pasar todo el día en oficinas bajamos, ya casi de noche, a planta. Allí había un obrero manejando una Fenwick con un accesorio de tenaza para sujetar un trozo de hierro al rojo vivo. El tipo estaba metiendo la “pieza” en una prensa descomunal como quien pone una herradura sobre un yunque. Cada ciclo de la prensa hacía vibrar toda la planta y tras el golpe, todo eran chispas. Entre eso y la poca iluminación, el espectáculo era de auténtica gozada.
No se, por lo que me toca, si la pasión por las herramientas (cuanto más tochas mejor) es algo común a todo el género humano, a la cultura occidental, a los de Bilbao (que tenemos hasta bienal) o al sexo masculino. Lo que si se, es que cada vez que entro en el CPD donde Optyma nos hospeda se me pone carne de gallina. Cientos de ventiladores zumbando, paneles parpadeando en sus racks y cables que recorren toda la instalación en perfecto orden.
Todavía nos quedan algunos temas pendientes para considerar los sistemas en Rockola.fm como nuestras herramientas ideales para esta fase del proyecto. Aún así, tenía muchas ganas de escribir este post (evidentemente técnico) que intentaré hacer lo más comprensible posible.
Nota: por recomendación de nuestros asesores en seguridad hemos «desenfocado» algunos elementos en las fotos
La chicha
En este tipo de instalaciones, la gestión del suministro eléctrico es todo un mundo. Cortes de corriente no son admisibles de modo que se dispone de SAI hasta la paranoia. Yo no los he visto pero me dicen que en la última planta del CPD hay varios motores de barco que pueden actuar como grupos electrógenos por tiempo indefinido.

Abajo, el STS que sirve para cambiar, con un solo botón, el origen del suministro eléctrico (útil durante las tareas de mantenimiento del SAI). Lo que está encima es un switch que admite redes virtuales para comunicar los “frontales” (DMZ) con los “datos” (Intranet)
El canuto
Para comunicar nuestros sistemas con los Rockoleros, disponemos de conexiones a través de dos proveedores distintos. Ya explique en otro post mi opinión sobre las probabilidades de fallo en sistemas redundantes.

Arriba, el switch que distribuye hacia dentro el tráfico gestionado por los dos routers (uno por proveedor) justo debajo al fondo. El cablecito naranja es fibra óptica hasta 10 Gb aunque la red interna no puede pasar de uno (quizás algún día)
El contenido
Para suministrar el contenido estábamos utilizando dos máquinas. Estos frontales transmiten tanto HTML como media (imágenes y audio). Tenemos una tercera máquina probando la separación de la media en otro grupo de frontales con un servidor más ligero que Apache. De momento también está dando servicio junto con las antiguas (tampoco es cuestión de tener un maquinón sólo para pruebas). Cada vez que un Rockolero interactúa con Rockola.fm es atendido por alguno de los tres servidores. La decisión de cual de ellos la atiende es ejecutada por otra pieza hardware (el balanceador).

El balanceador, en azul, que distribuye el trabajo entre los dos frontales (los últimos por abajo) y el nuevo (arriba); la máquina justo debajo del balanceador la usamos para monitorización y procesos masivos
Los datos
Para los datos estructurados (información de los rockoleros y del repertorio de temas) utilizamos dos máquinas para base de datos en modo réplica. Es lo que se conoce como un cluster activo-pasivo. Una máquina es la que hace el trabajo y otra se limita a replicarlo para tomar el control en caso de muerte de la primera. Seguimos probando la posibilidad de trabajar en activo-activo (que curren todas).
Para los datos “crudos” utilizamos un sistema de almacenamiento compartido (NAS) al que acceden todos los equipos a través de la red interna.

Arriba, los dos equipos para base de datos; abajo la NAS
A pesar de lo que estamos disfrutando montando y probando todo esto, confieso que sigo envidiando al hombre de la Fenwick.